La gestión de la atención sanitaria y la gestión de la salud son dos aspectos complementarios de una disciplina vital similar. La primera es la gestión del sistema, la creación de condiciones para el buen funcionamiento de las instituciones médicas, los hospitales y las clínicas para que puedan cumplir las tareas que se les han encomendado. Para ello, es necesario construir un marco jurídico, normas de cooperación mutua, reglas de circulación de fondos y decidir la forma del sistema sanitario. Quién financia los servicios sanitarios (el Estado o el propio ciudadano), en qué condiciones, en qué términos y en cooperación con qué intermediarios (pagadores únicos o múltiples).
La segunda noción se refiere a la propia institución sanitaria que opera en el mercado de la salud. Su enfoque incluirá aspectos como la gestión de recursos (incluidos los recursos humanos, las finanzas, la infraestructura, el tiempo), la recaudación de fondos para el funcionamiento, la creación de relaciones con las partes interesadas (incluidas las partes políticas) y, lo que parece a menudo subestimado, la creación de relaciones con los pacientes, receptores directos o indirectos de los servicios de atención sanitaria.
El funcionamiento de los sistemas y entidades sanitarias de todo el mundo está sujeto a principios similares, como la necesidad de atender a los pacientes mientras requieren servicios médicos, de llevar a cabo acciones preventivas, de iniciar innovaciones organizativas y tecnológicas. Para hacer frente a estas tareas, el estamento médico y los promotores del sistema sanitario deben recurrir a la experiencia de personas, gestores, profesionales, para los que la sanidad no es sólo un ámbito de interés, ya que se ha demostrado una y otra vez que es diferente de otros ámbitos, como la banca o la producción industrial. Los gestores sanitarios, como profesionales capaces de desenvolverse en las condiciones del mercado sanitario, a menudo desregulado por los sistemas de política sanitaria, saben responder tanto a las necesidades de los pacientes que atienden como al personal que emplean, pero también al entorno organizativo del hospital o la clínica. Este difícil arte es a menudo fallado por aquellos que no entienden los detalles de la gestión médica.